Centro de
en Zaragoza
- Neurofeedback
- Psicología
En alemán gestalt quiere decir forma y es una técnica que originalmente surgió del estudio de la percepción entre forma y fondo. Se trataba de estudiar cómo la mente humana diferenciaba entre ambas.
Sin embargo, hoy en día la terapia gestáltica va mucho más allá de la mera percepción. Se trata más bien de cómo vemos el mundo y a nosotros mismos, de cómo distinguimos entre las diferentes formas que conforman nuestra personalidad y de cómo vemos a los demás sesgados por nuestra propia interiorización.
Posiblemente hoy en día la terapia gestalt sea una de las más adecuadas para tratar con las emociones. Sobre todo con las emociones enquistadas, ocultas y atrapadas bajo una espesa armadura, que hemos ido construyendo a lo largo de los años para protegernos del mundo y que al final acaba aplastándonos con su peso.
Desde niños vamos aprendiendo a construir defensas para protegernos del mundo: no es que no me aprecien, es que soy raro, así que cuanto más raro mejor; no es que mis padres no se ocupen de mí, es que no soy perfecto, así que voy a intentar ser lo más perfecto posible; no me quieren porque soy imperfecto, así que para qué esforzarme si nunca conseguiré ser mejor.
Cada uno construimos una historia de nosotros mismos que nos acabamos creyendo, de tal manera que no somos capaces de librarnos de ella. Y sin embargo, esa historia acaba siendo un lastre que nos hace la vida dolorosa y angustiosa. Lo que construimos de niños para ayudarnos se convierte, cuando somos adultos, en un problema.
Mediante la terapia Gestalt podemos redescubrirnos a nosotros mismos, ese yo oculto que llevamos dentro o esas personalidades, aparentemente, enfrentadas que tiran de nosotros hacia lados contrapuestos. Con las técnicas gestálticas nos descubrimos realmente como somos y nos ayudan a integrarnos en una única voluntad más consciente de sus defectos y virtudes y más preparada para afrontar la vida.
También nos ayuda a comprender a los demás. Cuando pensamos en los otros muchas veces olvidamos verlos desde sus ojos y sólo los vemos desde los nuestros. La terapia gestalt nos ayuda a entender mejor a los otros y eso también nos facilita la vida, tanto en la convivencia con los demás, como reconciliándonos con personas que hemos dejado en nuestro pasado, pero que la impronta que han dejado en nosotros aún nos lastra.
Psicólogo clínico especializado en terapia cognitivo conductual y neuropsicología.
Centro de Neurofeedback en Zaragoza del Psicólogo Manuel Olalla