Centro de
en Zaragoza
- Neurofeedback
- Psicología
Se considera un tic a un movimiento o una vocalización súbito y rápido, que se produce de forma recurrente y no es rítmico. Se considera un trastorno de tics a la producción de varios tics diarios durante un periodo prolongado. Ante el tic se tiene la sensación subjetiva de que no se puede impedir su realización.
Podemos clasificar los tics en cuatro categorías:
El DSM-V clasifica el trastorno de Tics dentro de los trastornos del desarrollo neurológico y lo divide en las siguientes categorías:
Los trastornos anteriores pueden aparecer con diferentes intensidades, el DSM-V indica las siguientes:
Los tics transitorios son los más frecuentes. Se considera que un 18% de los niños los han padecido. La incidencia es más del doble en los chicos que en las chicas.
Al trastorno de tics persistente se le estima una prevalencia del 5%. Es más frecuente en niños varones preadolescentes.
El trastorno de la Tourette se da en 5 niños de cada 10.000, si bien se considera que existe una prevalencia bastante superior, pero que no se detectan de forma habitual si los síntomas son leves.
Se consideran dos posibles causas para la aparición del trastorno de tics: traumas psicológicos y problemas neurológicos.
La excesiva ansiedad en un niño aumentará su nivel de arousal (activación general de la corteza cerebral) que podría estar inhibiendo los mecanismos de control de impulsos, dando lugar al tic. Sería similar a la activación típica del Trastorno Obsesivo Compulsivo y muy relacionado con éste.
Respecto de las bases neurológicas, se ha encontrado en niños que padecen el trastorno de la Tourette una simetría no habitual en los ganglios basales. Los ganglios basales los constituyen varios grupos de neuronas en la base del cerebro, que se supone se encargan de controlar los movimientos complejos involuntarios, por lo que se relación con los tics es evidente.
Estudios con resonancia magnética funcional muestran que las persona afectadas por tics tienen una actividad cerebral superior a la esperada en las cortezas prefrontal, parietal, temporal y cingulada. Todas estas zonas tienen en común que, de diferentes formas, entre sus funcionalidades están las de inhibir impulsos no deseados.
Hay varias vías para abordar el tratamiento de tics mediante neurofeedback:
El uso conjunto de ambos entrenamientos produce una mejora apreciable disminuyendo la sintomatología y, además, favorece el trabajo con otras intervenciones conductuales y emocionales, para tratar el problema de forma global.
Psicólogo clínico especializado en terapia cognitivo conductual y neuropsicología.
Centro de Neurofeedback en Zaragoza del Psicólogo Manuel Olalla